Aerolíneas Felices

La azafata viene a dar su charla con la pollera levantada y enganchada en la ropa interior. Está muy alegre y un poquito borracha. Luego viene el piloto, y está peor. Alguien le hace señas de que tiene la bragueta baja. Informa sobre unos desperfectos menores que harán que las azafatas no estén disponibles por un rato.

La azafata toma la palabra y explica que no se pueden usar celulares. El piloto justamente recibe un llamado y se pone a charlar, aparentemente es de una amante porque se pone meloso y envía besos.

Mientras señala los extintores de incendio alguien llama la atención sobre humo saliendo del baño. Estaba el copiloto fumando dentro. Intenta arrojar el cigarrillo por la ventana, luego nota su error, lo apaga en el piso y pide disculpas.

Mientras muestra la operación de la máscara de incendio alerta sobre el peligro de encender fuego o aparatos electrónicos durante una emergencia. El piloto estaba en un rincón justamente queriendo prender un cigarrillo, y el oxígeno hace una peligrosa llamarada. La azafata intenta apagar el fuego con un extinguidor, pero éste no funciona.

Le pregunta al piloto si él sabe cómo hacerlo andar, el piloto está volcando el vino de varias pequeñas botellitas en una hielera. El piloto hace un breve intento, luego desiste y se mete en el baño para beber el vino. Al rato sale con la hielera vacía y se tira a dormir.


La azafata muestra el uso de los salvavidas autoinflables. Para ello pone uno en el cuello del piloto dormido y tira del piolín. El salvavidas se infla y le aprieta el cuello, despertándolo y alarmándolo. La azafata debe recurrir a hacerle respiración boca a boca, lo cual no le preocupa en lo más mínimo.

El piloto se despierta y ya está listo para encerrarse a solas con la azafata en la cabina. Se van y casi entrando a la cabina, ella recita:
– Bienvenidos a los vuelos seguros y argentinos de Aerolíneas Felices. Aerolíneas Seguras. Aeroargentinas Voladoras. Lo que sea…