Esmeralda y Quasimodo

Esmeralda invita a salir a Quasimodo, quien encuentra numerosas excusas para rechazarla.

– Es porque soy pobre ?
– No
– Es porque no tengo educación y soy solamente una cara bonita?
– No, no es por eso. Eres una chica muy deseable y cualquiera menos yo estaría feliz de amarte.
Ámame Quasimodo y seremos felices.
– No, mirá, a mí me gusta salir con mis amigos, y son todos monstruos, no te vas a adaptar.
– No me importan tus amigos monstruos.
– Mirá Esmeralda, yo soy más ancho que alto y duermo en la cama a lo ancho, no a lo largo. Cómo haríamos para dormir juntos?

Esmeralda hace proposiciones indecentes a Quasimodo
– Yo me adapto, duermo encogida.
– No creo que funcione. Yo salgo mucho de noche, voy a la ópera, al teatro, a conciertos, y no sé si vos disfrutarás de esas cosas a las que no estás acostumbradas.
– Estudiaré y aprenderé.
– Es tarde y no dará resultado.
– Y si yo me opero para que me pongan una joroba?
– No quisiera que sufras por mi causa.
– Dime Quasimodo, eres gay?
– NO!
– Sería tu primera relación con una chica?
– No. He salido con otras heroínas de cuentos, como Blancanieves, Cenicienta, Rapunzel y Fiona. Aunque lo que todas querían era divertirse con un hombre y no tener nada en serio. Y a veces pretendían irritar y dar celos a sus pretendientes y novios.

Esmeralda se va. Entra Quasimoda, una mujer igualita a Quasimodo.

– Quien era esa chica que estuvo tanto tiempo hablando con vos?
– Era una vendedora de seguros.
– Y porqué salió llorando?
– Porque no le quise comprar nada.
– Estás seguro? No estuviste arreglando nada a espaldas mías?
– Pero no mi amor. Qué voy a arreglar yo con esa mujer fea como un monstruo ?