Spanish – Asesino de suicidas

Este guion pertenece a una categoría protagonizada por un ladrón desafortunado y con mala puntería para elegir blancos. El humor permite que la obra artística esté completa en pocos minutos, lo cual facilita la difusión en la Web. Es posible que de 20 guiones, uno sólo llegue a la difusión masiva en Youtube, movida por el boca a boca, o sea Marketing Viral de un video. Pero la recompensa en tal caso en términos de exposición, justifica el esfuerzo.

 

En un hospital neuropsiquiátrico, un ladrón trata de asaltar a los suicidas, amenazándolos con un arma… pero todos desean ser asaltados y recibir un tiro… pero el ladrón es religioso y está en contra de la eutanasia y del suicidio, y discuten sobre qué es más grave, robar o matar. Además, los pacientes son pobres y no tienen nada robable. El ladrón quiere que le hagan un cheque, o le paguen con tarjeta de crédito. Un loco saca la tarjeta, el ladrón saca del bolso un traca-traca (máquina para imprimir recibos estampados por una tarjeta de crédito).
– Banco del Vaticano, Sr. Benedicto 16?
– Amén
– No, la tarjeta no sirve.
– Porqué?
– Dice: Fecha de Vencimiento, la Eternidad
– Por supuesto, soy el Papa.
(el ladrón devuelve la tarjeta, desalentado)
Cuando uno de los asaltados insiste en ser matado, el ladrón dice que no tiene balas.
Uno de los enfermos recibe el encargo de ir a comprar balas. Hacen una colecta, y cada uno contribuye con píldoras antidepresivas y antipsicóticas que habían retenido. Cuando vienen las balas, el ladrón busca su arma y no la encuentra. Resulta que un paciente se la robó y la entregó en parte de pago de las balas…
El ladrón quiere hacer la denuncia policial, pero los locos son inimputables.
Traen la comida y todos comen, el ladrón tiene hambre, pero no le dan.
Amenaza al mozo con matarlo, para lo cual le muestra el recibo de compraventa de balas, pero el mozo también es un paciente suicida, y está dispuesto a ser asesinado, pero no a entregar un plato de comida.
El ladrón conversa con el mozo, y el le dice que se declara suicida lo admiten y le dan de comer.
Va a ver al mé dico, pero no le cree del intento de suicidio porque no tiene arma. Le muestra el recibo de compra-venta del arma y las balas, con lo cual podría recuperar el arma, pero no sirve sin balas.
El ladrón se va, descorazonado.
El médico lo llama.
– Qué pasa?
– Si quiere balas, yo le vendo una balas que funcionan sin revólver.
– En serio? Cuánto salen?
– 30 pesos.
– Genial. (el ladrón paga)
(el Dr. saca del bolsillo balas y las entrega)
– Arriba las manos! (le apunta con una bala)
(médico sube las manos)
– Soy un loco peligroso, interneme.
– Yo solo manejo el área de suicidas.
(el ladrón se apunta así mismo con la bala)
– Está bien.
(el médico le firma un papel y con ese papel, el enfermero le trae su uniforme y la comida.
El ladrón come, pero se queda con hambre y mira el plato del enfermo de al lado.
– Tu postre está agusanado.
– Son gusanos amistosos, los crío yo, cada uno tiene nombre.
– Entonces no te los comas y dame el postre a mí.
– Porqué no los voy a comer ? Soy loco pero no boludo.
El ladrón saca una bala y le apunta al loco:
– Dame ese postre.
El loco dice:
– Me encantaría que me mates, soy un suicida.
– No te voy a matar por tan poca cosa.
– Entonces te cambio el postre por la bala.
– Fantástico.
(intercambian bala y postre y quedan ambos muy contentos)