En el subte casi todos escuchan música y siguen el ritmo de las sacudidas del vehículo y de la música que cada uno escucha. Parece una discoteca, salvo que los hombres llevan portafolios y las mujeres cartera. Algunas personas en pareja, comparten auriculares y “bailan” juntos.

Hombre 1, a Chica 1:
– Compartimos?
(indiferencia absoluta)

Hombre 1, a Chica 2:
– Compartimos?
– No puedo, tengo otitis purulenta

Hombre 1, a Chica 3:
– Compartimos?
– Bueno
(la chica le presta un auricular y bailan juntos)

Casi todos bailan salsa, pero un joven y una chica, clásica. Motivo para que se junten y se pongan a hablar.

Hombre 2:
– Mendelsohn, 3ra. Sinfonía, 2º Movimiento?
Mujer:
– Si
Hombre 2:
– Ah, excelente. Es un gusto compartir el viaje con una conocedora.
Mujer:
– No conozco tanto de música. El médico me recetó algo tranquilo para combatir mi epilepsia histérica violenta. Escuchamos?
Hombre 2:
– En realidad estoy queriendo escuchar un poco de cumbia villera. Pero si no consigo vuelvo…

Mujer 3 sola a Hombre 3 acompañado:
– No era que te bajabas en Pueyrredón? Ya estamos en Florida…

Hombre 4 a Mujer :
– Viajas siempre en este subte ?

Grupo de varias parejas apretados por la aglomeración:
– Así que además de viejo verde, casado y atrevido? Devolveme mi auricular!
– Ese no, ese es mío!
– Eh, qué hace?
(se arma un gran nudo de auriculares con los pasajeros atados y revueltos)