El Dr. Raúl está sentado en el escritorio, mirando el monitor de la PC.
En realidad, está viendo el partido.
Entra un paciente y se sienta enfrente. Raúl lo ausculta de sentado, a travé s del e scritorio. Igualmente le mira la garganta y los ojos. Lo hace rotar para auscultarle la espalda.
Al paciente le duele el pie. Raúl se lo hace poner arriba del escritorio.
El paciente saca una placa y se la entrega. Raúl la vé frente al monitor, como si fuera un negatoscopio.
Para palparle el abdomen, el paciente se debe acostar sobre el escritorio, con la cabeza cerca del médico.
En eso, el paciente vé el monitor y también se engancha con el partido.
Llega otro paciente, y el primer paciente es enviado a revisarlo en la camilla: pide instrucciones al médico con la mirada, y éste le dá indicaciones con las manos, sin dejar de ver el partido.
El paciente 1 escribe una receta y el Dr. Raúl le arroja el sello para que la selle.
El camillero llega empujando una camilla con un muerto, cubierto con una sábana por completo, y con el dedo gordo sobresaliendo, con una etiqueta colgando. El pie, maquillado de violeta.
El camillero se ubica para ver el partido.
El muerto resucita y también se pone a ver el partido.