La bella azafata entra a la cabina de los pilotos.
Azafata:
– Tenemos un problema serio. La cafetera no calienta lo suficiente. Ya se me han quejado dos pasajeros.
– No, porque son demasiados cafés, voy a estar todo el día de cocinera.
Copiloto:
– A ver si podemos hacer algo, la cabina usa 110 volts, podemos pasarlo a 220 y el café se va a hacer en un minutito…
Piloto:
– Me parece que el manual dice que no conviene cambiar el voltaje…
– No creo que haya problema…. anda a fijarte si ya está…
(la azafata sale)
(se oye una explosión – la cabina empieza a temblar – los pilotos se miran alarmados)
La azafata regresa:
– Bárbaro, el café sale perfecto. Me imagino que querrán un cafecito bien caliente cada uno de Uds.?
(los pilotos atareados consultando los indicadores del avión – la azafata insiste con el café y obtiene los tres pedidos y sale)
– Tenemos un cortocircuito en la cola del avión
– Los indicadores están disparando las señales de alarma
– El control de tierra nos pregunta que sucede
(la azafata entra con los cafés)
– Sírvanse, está bien caliente, cada uno me dice como lo quiere, azúcar, edulcorante, leche, crema?
– Comandante, estamos perdiendo altura
– Entonces para Ud. con azúcar, así le levanta el ánimo. Sírvase.
– Ahora no, señorita, el avión se está cayendo.
– Ay, no me vengan con eso, chicos, les conozco todas las bromas a los pilotos, aún los tímidos como ustedes… Les dejo la jarra y voy a preparar unos bocaditos para acompañar…
(sale)
(los pilotos siguen luchando con el avión)
– Corrija el rumbo capitán
– Pida pista en el aeropuerto más cercano, navegante
– Levante la nariz
– Baje el tren de aterrizaje
(vuelve la azafata)
– Ay, no saben qué… Los bocaditos están bien calientes, y yo ni siquiera prendí la hornalla… toda la cocina se prendió fuego…
– Navegante, active los extintores de fuego
– Copiloto, advierta a los pasajeros
– No van a querer unos ricos bocaditos con el café?
No, azafata, vaya a ver si los pasajeros quieren algo… (azafata sale)
– Tenemos 300 grados de temperatura en cabina posterior
– Falla la presión de aceite en el motor izquierdo
(azafata entra)
– Saben qué? Ya no hay que preocuparse por el incendio en la cola… No tenemos cola…
– Se desprendió la cola del avión?
– Bueno, quise decir, yo sí tengo cola, ya lo habían notado, no? Pero la cola del avión, con la cocina, ya no está…
– Su cola está bien, señorita?
– Gracias señor copiloto, por fin alguno de Uds. se preocupa por mí
– Bajen las máscaras de oxígeno
– Voy a ayudar a los pasajeros a respirar. Salgo un minutito. No hagan lío!!
– Torre de control, suspendan los preparativos en Pista 1, no llegaremos hasta el aeropuerto
– Acuatizaje en Bahía de Biscayne
(entra azafata)
– Saben qué? No tenemos que preocuparnos por los pasajeros. No tenemos pasajeros. Se volaron por el agujero de la cola.
– Caemos al mar en picada. Recen sus últimas oraciones.
– Y podríamos hacer un brindis. Me pregunto si se habrá salvado el gabinete con el whisky importado.
– Mayday! Mayday!
– Tengo tiempo de ponerme la bikini?
– No creo señorita. Y nada de whisky. Somos pilotos y estamos conduciendo un avión.
– Me parece que ya no están conduciendo mucho. Pero tiene razón, brindemos con café.
– Despues de tanto problema para calentarlo, lo tomamos frío. Pero no importa, a su salud, señorita azafata…
– A su salud, señor copiloto.
– Podrías decirme Cacho, en confianza.
– Salud Cacho. Decime Rosita. Ahora que se volaron el piloto y el navegante estamos solos.
– Rosita, si ponés la taza derecha se vuelca el café, porque el avión está inclinado 90 grados.
– Tenés razón, Cacho.
– Por un feliz acuatizaje, Rosita.
– Por eso y por el gusto de volar contigo, Cachito.