Peluquero Influyente IV – El Che se corta el pelo

Hola Che, pasá sentate. Cómo lo querés?

Que tal Josefino. Cortito, pero que parezca melena, y un mechón largo

Hace mucho que no venís por acá, no? (empieza a afilar la navaja )

Bastante. Anduve recorriendo América

En búsqueda de un buen peluquero…

Y de la revolución social…

A cual más difícil…

Si, lo que pasa es que en Cuba después de la revolución se nos fueron todos los peluqueros a Miami. Así que aproveché que estaba en el congreso de la OEA en Punta del Este y me crucé a hacer unas consultas y de paso verte a vos.

Muy bien. Disculpame Che, pero tenés que sacarte la boina

No!

No se tienen secretos para el médico ni para el peluquero

(forcejean, Josefino le saca la boina, el Che queda cabizbajo)

Vos perdés el pelo pero no las mañas, Che

No le cuente a nadie, Josefino.

A nadie. Consultaste a un dermatólogo?

Nadie me sabe resolver el problema. Y hablé con los mejores. Ayer estuve con el presidente de la Nación, Frondizi, y le pregunté quien lo atiende.

Frondizi siempre está preocupado por el tema de la calvicie, es su problema principal. No tienen shampú anti-seborreico en Cuba ?

No tenemos nada, estamos bloqueados.

Ya veo porque Fidel y los demás están siempre de pelo largo y barbudos.

Me voy a ir de Cuba, ya la situación es intolerable.

Porqué? El bloqueo?

Tenemos muchas peleas con Fidel. Me carga porque me estoy quedando pelado.

Así que sos amigo de Fidel? Decile de mi parte que se afeite alguna vez.

Tenemos reuniones políticas del más alto nivel, y él no habla de otra cosa que de mi calvicie. Yo traigo temas urgentes, como la radicalización de la revolución, los presos políticos, los misiles rusos, la invasión de EE.UU., la tercera guerra mundial, pero nada, él sólo quiere hablar de mi problema. Y Raúl y los demás lo secundan.

Podrían ocuparse de liberar la importación de shampúes y de conseguir inmigrantes peluqueros.

Me parece demasiado resolver la crisis internacional, la indefensión de los pobres del mundo, y mi problema de calvicie.
Esto va a seguir avanzando.

Ya lo creo (mirando el cuello cabelludo del Che). Y porqués no te venís a trabajar a la Argentina?. Así te tengo más a mano.

Me dá vergüenza que me vean los amigos. Quiero ir a donde nadie me conozca. A un lugar salvaje.

Te podés ir si querés al Africa o a la selva boliviana, pero asegurate que se consiga un buen shampú.

Bueno, me voy.

Son 4$, Ché.

Tomá. (le dá un billete de 1$ con la firma del Ché como presidente del Banco Central de Cuba, y un billete de 3$ con la efigie del Che)

(se levanta y se vá. Otro cliente, con acento no argentino, se sienta en el sillón de corte)

(al cliente) Este tipo me estafó! Este billete está firmado “Che”, y el otro tiene la cara de él. (sorprendido) Era el Ché! El Ché Guevara! Los billetes son auténticos! En serio? Cómo, no sabías? Qué se yo, atiendo a tanta gente que ni me acuerdo de los nombres. Pero dijo que hablaba con Fidel…

Pensé que hablaba de Fidel Pintos, que era peluquero. (esta línea es para el público maduro argentino)

Pero le decías Ché! A todos les digo Ché. (mirando el billete). Ahora le creo que en Cuba no hay peluqueros…